Tarea


jueves, 8 de mayo de 2014

Cerritos de Indios en Rocha

Los “cerritos de indios” son construcciones en tierra de planta aproximadamente circular a oval, frecuentemente con un esqueleto de gravilla y/o tierra cocida (Bracco et. al. 2000). Se presentan aislados o conformando grupos, a lo largo de las planicies medias y altas o en sierras y lomadas que irrumpen como penínsulas o islas sobre los paisajes llanos del Uruguay.

En el departamento de Rocha dominan los de plantas circulares a subcirculares, con un diámetro en el rango de los 35 metros y alturas que van desde los 50 centímetros a 7 metros.   El cerrito más alto relevado es también el más antiguo conocido: más de 7 metros de altura y 5500 años de antigûedad.   Se le conoce como Cerro de la Viuda y se ubica en el bañado de India Muerta.   Ha sido declarado Monumento Histórico Nacional por la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación.


Los cerritos de indios se extienden más allá de la cuenca de la laguna Merín, dispersándose al noroeste hacia Brasil, hacia el sur hasta la cuenca de la laguna de Castillos y afectando la franja atlántica y también el curso superior del río Negro.   En todas las situaciones, sus emplazamientos están asociados a ambientes de humedales.   La población total, al sur del río Cebollatí, se ha estimado en más de 1500 cerritos de indios.


Las investigaciones arqueológicas realizadas en el país han aportado cuantiosa información sobre los grupos humanos que generaron este registro particular.   Esta información se halla en continua construcción, en la medida en que se continúan investigando nuevos sitios, y se aplican nuevas metodologías para el estudio de las evidencias en ellos recuperadas.   Estos estudios permiten conocer que los cerritos han tenido múltiples funciones a lo largo de los miles de años en que fueron construidos y utilizados, desde hace 5000 años hasta tiempos históricos.


Las evidencias encontradas por los reconocidos investigadores López Mazz y Gianotti entre otros, indican que fueron usados como plataformas de habitación, estructuras funerarias, áreas de cultivo, lugares de caza, demarcadores territoriales y sitios ceremoniales, entre otros fines.     A lo largo del tiempo un mismo cerrito pudo haber sido utilizado para distintas finalidades.


Durante el extenso período en que fueron construidos y ocupados, los pobladores pre históricos fueron desarrollando tecnologías que les permitieron implementar distintas estrategias de subsistencia.   En términos generales, se identifican dos momentos principales en la construcción y uso de cerritos: el período Precerámico (entre 5500 y 3500 años antes del presente) y el período Cerámico (desde hace 3500 años al presente).



(Fuente: Prehistoria de Rocha – apuntes sobre poblamiento temprano de estas tierras).

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